Ron: Hay una puerta de dos hojas, de metal, parece acero.
Alguien: Miremos a ver si hay trampas. Buscamos y no hay trampas, la cerradura está abierta, pero un ligero empujón nos da la impresión de que pesa "un huevo".
Suárez: Dejádmelo a mi, que yo la abro.
Ron: Si lo hacéis entre varios la tirada es más fácil.
Suárez: No me hace falta. (tenía para tirar al principio 7d10 y guardaba 4; la dificultad era 15 o 16, no muy difícil la verdad) Coge sus dados nuevos amarillos y tira, y falla.
Suárez: Lo puedo volver a intentar?
Manolo: Que yo tengo en fuerza casi lo que tu.
Suárez: No, yo solo. Tira y falla de nuevo estrepitosamente.
Los asistentes estaban aguantándose las risas para que no se cabreara, y se cabreó, y no volvió a jugar.
De ahí surgió, cuando abrimos una puerta de dos hojas, la famosa musiquita. PO, PO, PO, POPOPO, POPOPO que no es otra que la de Conan cuando de joven está dando vueltas a la Rueda del Dolor
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